domingo, 29 de noviembre de 2009

Setungueros

Ya se acaba el invierno y la temporada de setas ha pasado sin pena ni gloria. Debido a la falta de lluvias, los aficionados a esta suculenta actividad, nos hemos tenido que conformar con especies como el níscalo (lactarius deliciosus).

Pero a pesar de la falta de lluvias y de estas bajas temperaturas de la última semana, la naturaleza ha recompensado a los que nunca perdimos la esperanza. Este sábado, acompañado de todo un experto como es mi padre, salimos a dar una vuelta por la Sierra de Guadarrama, con la excusa de oxigenarnos. A pesar de que el objetivo de la marcha no era ese, comenzamos a recorrer ciertos parajes “querenciosos” para las setas y logramos recoger casi un kilo de níscalos y unos boletus (Boletus edulis y Boletus pinophilus), ¡unos 10 kilos!. También descubrimos kilos y kilos de Suillus luteus, otro género que antes se incluia dentro de Boletus, pero como su valor gastronómico es menor y como no teníamos bolsas para tal cantidad, optamos por no recogerlos.



Con tal abundancia, he tenido que congelar los más compactos y del resto daré buena cuenta. En un par de semanas mi menú consistirá en “hongos con”, pero no creo que me suponga ningún sacrificio.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Los oxidaos

--> Son un mal innecesario que busca acabar con las demás razas en el mundo y convencernos de que el punk-rock, el tofu y la birra son lo mejor del mundo. Se caracterizan por tener el cabello de color rojo, piel pálida y en algunos casos pecas, algunos son alérgicos al sol, otros muchos temen al dentista y casi todos saben y han hecho absolutamente de todo.

 

Origen

Los pelirrojos fueron creados cuando Dios quiso crear un ser a su imagen y semejanza. Este proyecto se llamo “RED living form” (Rusty, Effeminate and Despicable living form).
Los pelirrojos nacieron sin conocimiento de Dios y con un gran amor por el comunismo, lo que hizo que se extendieran y se multiplicaran por toda la faz de la Tierra. La mayoría se fue a Escocia, donde adquirieronsu vicio con la cerveza y se multiplicaron rápidamente por estar borrachos casi todo el tiempo. Una gran parte de ellos traen mala suerte.

 

Historia

En 2009, los pelirrojos se alzaron en rebelión contra todas las demás razas porque ellos se creían superiores, exigieron derechos como poder escalar siempre fisuras en zonas a matapolculo y descuentos en tofu, soja y cerveza. El gobierno los ignoró, lo que provocó varias manifas “a lo hippie” pero con música punk y más cerveza que drogas. De nuevo, nadie le dio importancia.
2010 fue el año dorado de los pelirrojos. Hackearon sin querer una Web de inversiones y ganaron millones. Impusieron la moda de llevar la ropa rota, “para mejorar la ventilación” según ellos, aunque se sospecha que tenían un puesto en el Rastro. Todo iba bien hasta que el más despistado diseñó la Web de IU y se le coló un banner con la frase “Viva Paco”. Desde ese momento, se les prohibió que usaran rastas, por si escondían en ellas algún arma de destrucción masiva.
A finales de 2015, los pelirrojos crearon una marca de galletas de avena. No se descubrió que estas galletas contenían un virus que volvía pelirrojos a sus consumidores hasta que ya fue demasiado tarde. Gran parte de la población acabó por tirarse al río con chanclas de cemento. Por suerte, el Dr. Charlinos atajó la pandemia a tiempo. Sin su ayuda, todo el mundo sería pelirrojo o peor aún, escocés.
La gran mayoría de los pelirrojos te odian si tienes una buena técnica de escalada de fisuras, si bebes más cerveza que ellos o si sabes alguna cosa que ellos desconocen (esto es muy raro).
Si alguna vez te encuentras con uno y él no te ha detectado, ¡huye! o aterrorízale con una hamburguesa del burrikín o con cocaloca o con jabón lagarto.

 

Pelirrojos Famosos

Lindsay Lohan, famosa por ser su propia gemela y la presunta mayor traficante de droga de Hollywood.
Genghis Khan, el gran conquistador mongol. Algunos afirmaban que era hijo del diablo.
San Patricio, patrono de Irlanda, otro borrachín, seguro.
Pippy Calzaslargas, digna representante de este gremio de saltimbanquis y filibusteros.
Judas Iscariote, otro ejemplo claro de lo pernicioso de estos seres.


viernes, 24 de julio de 2009

Yo, raza dominante

A lo largo de la historia, el hombre se ha planteado el dilema moral de la selección de los mejores individuos, la eugenesia.

Realmente es una idea más usual de lo que cabría imaginar. Está presente en novelas como “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, “Dune” de Frank Herbert (la Bene Gesserit manipulaba los patrones reproductivos para crear al Kwisatz Haderach), “Que se mueran los feos” de Boris Vian, “La puerta al país de las mujeres” de Sheri S. Tepper y “Esa horrible fortaleza” de C. S. Lewis, en películas como ”Gattaca” y “Moonraker” y en series como “Star Trek” (episodios Semilla espacial, Tierra fronteriza, Estación Fría 12, Los amplificados y la película La ira de Khan).

Mi plan para dominar el mundo nada tiene que ver con la eugenesia. Es, sin embargo, un destilado de la mejor estrategia, combinada con una buena dosis de paciencia y sobre todo sentido del humor.

La idea surgió en mi cabeza un día que estaba divagando sobre los chinos. El 14% de la población mundial pertenece a la etnia Han, debido en gran medida al dominio del cultivo del arroz desde tiempos remotos. Son muchos y muy curiosos. La raza Mongoloide (que así se llama, no es por faltar), es que es el grupo humano que menos suda,
poseen órganos genitales más pequeños que otras razas y tienen problemas con el alcohol. Con la misma dosis de alcohol qon que se emborracha un chino, el caucásico europeo no ha hecho más que empezar con la fase de cánticos regionales:

1º.- Negación de lo improbable (Una copita y me marcho)
2º.- Exaltación de la amistad (Eres un/a tío/a de puta madre)
3º.- Cánticos regionales (Asturias patria queridaaaaa…)
4º.- Degradación del idioma (¿Nunja de disho que me caes de buda badre?)
5º.- Autosuficiencia moral/ económica (¡Voy de buda badre pa condushir!. ¡Yo bago esda ronda!)
6º.- Transmisión de culpabilidad (Me han dado gadrafón. Los hielossstaban gadugaosss, cabrodess!)

7º.- Recuento de los daños (He berdíol móvil!. ¿Y esa hosdia en la buedta del coshe?)
8º.- Vuelta a negación de lo improbable (Do vuedvo a beberrr..)

Además, por su número se ha especulado que saltando todos a la vez sacarían al mundo de su órbita, pero se exagera porque la masa de todos los chinos juntos es trece órdenes de magnitud inferior a de nuestro planeta y eso suponiendo un peso medio de 75 kg por chino, que ya es suponer, viendo lo flacos que están.

Pero sigamos con mi plan de dominación del mundo. Para crear tal artimaña y que tenga resultado, tan sólo he de mover algunos peones y dejar que las matemáticas hargan el resto.

No hace mucho tiempo que soy donante de esperma, al fin rentabilizo mis pajas. Dicha actividad terminará cuando tenga seis hijos, según la Ley. No son muchos para dominar el mundo, es cierto, pero veamos en qué me pueden ayudar las matemáticas: Si logro de alguna manera que mis vástagos sean también donantes de esperma, en cada generación sucesiva el número de descendientes aumentará exponencialmente. Como de cada individuo varón pueden nacer, de media, tres nuevos varones, el número de descendientes en cada nueva generación será de 3, 3 al cuadrado, 3 al cubo,…, 3 elevado a n.

Así, en la quinta generación, al cabo de unos 100 años, el número de mis descendientes será de 243. Al cabo de 200 años ya seremos unos 59.000 individuos. Por fin, al cabo de 400 años, unos 3.486.784.000 habitantes del planeta pertenecerán a la misma raza, la Charlina, con lo cual, el mundo estará en nuestras manos, JA, JA, JA, JA !!!. Por fin los daltónicos, escaladores e ingenieros dejarán de ser los raros. Dejará de tener sentido combinar las camisas y los pantalones, habrá competiciones de escalada en prime-time los fines de semana y al fin se demostrará que el que vale, vale y el que no, a letras.

viernes, 6 de febrero de 2009

El truco de las anchoas

Si te hacen este número de prestidigitación, coño con la palabra, sentirás una de las dos cosas siguientes o, como fue mi caso, seguramente ambas: asombro y cabreo.

Yo siempre he disfrutado con genios como Tamariz, sí ese que lleva siempre puesta una de esas caretas con gafas de pasta y narizota. Incluso he presenciado magia en directo, cosa que os aconsejo para pasar un buen rato. Pero lo inaudito ocurrió aquella mañana en el supermercado.

Estaba haciendo la compra en el súper del barrio y ya iba por el pasillo de las conservas cuando me di cuenta de que iba a tener poco tiempo para cocinar el finde que se aproximaba. Habíamos quedado para escalar los dos días y ya se en qué estado llego a casa tras dejarlo todo en la tapia, así que me planteé preparar una ensalada de espirales de pasta con mis ingredientes habituales: atún, olivas negras sin hueso, pepinillos alemanes, cebolleta bien picada, setas confitadas, orégano, pimienta negra, aceite de oliva del bueno, algún que otro secretillo y anchoas de calidad. Pero no tenía anchoas buenas sino más bien del montón, así que busqué por allí a ver que encontraba. Inmediatamente distinguí una lata que destacaba entre la mampostería a base de latón que parecía formar aquella estantería de las conservas de pescado. No fue el diseño de la lata ni el pegadizo nombre, (Cuca, que da a entender que son anchoas monas, de las que te puedes fiar, que no esconden una espina afilada que se te clavará en el gaznate), ni tan siquiera el cartelito de oferta lo que me hizo picar.


Fue sin duda el sobresaliente tamaño de aquel embalaje lo que me sugería una calidad sin parangón, un posterior deleite de los sentidos, en definitiva, el copón bendito de las anchoas, que además estaba a buen precio. Así que convencidísimo y exultante por mi buena elección, eché un par de latas a la cesta y seguí con mi media maratón del consumo.


Al llegar a casa, otros asuntos desviaron mi atención de los dos paquetitos de anchoas, los cuales fueron a parar al cajón con sus primos el atún, las sardinillas picantes y los calamares en salsa de nosequé. Ya entrada la tarde, recibí la llamada de mi compi de cordada, el gran Pedrolas (evítense rimas obscenas). Me comentaba los detalles de la escalada que nos esperaba y que iba a requerir de una mochila abastecida de viandas. Esto me recordó que aún no había empezado la ensalada, así que tras despachar al colega, saqué a la mesa de operaciones a todos los implicados y la adorné con mi instrumental: Manolín, mi cuchillo cebollero, la puntilla del 12, un tenedor y las tijeras. Un cuarto de hora después había superado el ecuador de la receta y sólo me quedaba trocear las esperadísimas anchoas y hacer la vinagreta.

La anchoa es una conserva cuya calidad reside no sólo en la finura del pez y la ausencia de espinas sino también en su tamaño. Cuanto más largas mejor, tal y como piensa tu novia, pichulín …Allí tenía yo una hermosa lata, larga como un día sin pan, como un fin de semana sin dinero…La abrí despacio, como abren las puertas de embarque los de Spanair, como abro los ojos por las mañanas… ¡Y sucedió la magia!.


De aquella hermosa urna de cartón con el logo en negro sobre fondo gris y rojo iba saliendo la promesa de un enlatado descomunal, inacabable. Sólo tras frotarme los ojos y pellizcarme el prepucio me percaté de que había sucedido lo impensable, el desastre. La lata no era ni más ni menos grande que las demás de segunda división.


Tras el estupor inicial, mi vena de los cabreos se iba hinchando mientras buscaba el truco en la cajita. Allí estaba: una sucia, vil y barriobajera puñalada en mi orgullo en forma de pestaña de cartón que evitaba que la lata se moviese dentro de un embalaje, que a todas luces se había sobredimensionado a propósito. ¡¡





Hiiiiiiiiiiijos de P*** !!.





 
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