domingo, 29 de noviembre de 2009

Setungueros

Ya se acaba el invierno y la temporada de setas ha pasado sin pena ni gloria. Debido a la falta de lluvias, los aficionados a esta suculenta actividad, nos hemos tenido que conformar con especies como el níscalo (lactarius deliciosus).

Pero a pesar de la falta de lluvias y de estas bajas temperaturas de la última semana, la naturaleza ha recompensado a los que nunca perdimos la esperanza. Este sábado, acompañado de todo un experto como es mi padre, salimos a dar una vuelta por la Sierra de Guadarrama, con la excusa de oxigenarnos. A pesar de que el objetivo de la marcha no era ese, comenzamos a recorrer ciertos parajes “querenciosos” para las setas y logramos recoger casi un kilo de níscalos y unos boletus (Boletus edulis y Boletus pinophilus), ¡unos 10 kilos!. También descubrimos kilos y kilos de Suillus luteus, otro género que antes se incluia dentro de Boletus, pero como su valor gastronómico es menor y como no teníamos bolsas para tal cantidad, optamos por no recogerlos.



Con tal abundancia, he tenido que congelar los más compactos y del resto daré buena cuenta. En un par de semanas mi menú consistirá en “hongos con”, pero no creo que me suponga ningún sacrificio.


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